El lunes y martes después de las vacaciones de Semana Santa, los estudiantes de la Institución Educativa Departamental Arcesio Caliz Amador, en el municipio de El Banco, en el sur del Magdalena, recibieron por parte del operador que les suministra los alimentos, un almuerzo que ni siquiera pudieron consumir: se trataba de arroz quemado, literalmente. 

Una de las jóvenes, de grado 11, y quien pidió mantener su identidad en reserva, denunció a Zona Cero que el pasado martes 29 de marzo, se encontraron con los almuerzos quemados, a los cuales decidieron tomarles fotos con un celular, hasta que decidieron ponerse en contacto con este medio de comunicación al conocer que esta situación se ha presentado en otros municipios, como ocurrió recientemente en el municipio de Plato.

“El primer día que volvimos de la Semana Santa, el almuerzo que nos dieron, como se puede ver en la foto, fue puro cucayo, cucayo quemado que ni siquiera se podía comer. Puro arroz requemado”, contó la joven estudiante, quien asegura que aquel día se sintió muy mal, “como si nos hubieran tratado como si no fuéramos humanos”.

“Nosotros les preguntamos a los encargados que por qué nos daban esa comida y nos dijeron que el Gobierno, o el Ministerio, había mandado y que además eso era un complemento, no un almuerzo como tal”, señaló la denunciante.

Sobre este indignante episodio, la joven dijo: “está bien que muchos no tengan qué comer en la casa, pero ese tampoco es el hecho para que nos sirvan la comida así”.

Lo cierto es que las denunciantes reconocen que por estos días la comida ha mejorado: “ya no nos sirven el arroz quemado. Pero de todas maneras, ustedes pueden ver en las fotos que la porción no es decente para un joven de grado 11 que tiene que cumplir además con un horario y con unas dichosas prácticas”.

El secretario de Educación del Magdalena, Antonio Matera Ramos, tuvo la oportunidad de ver las imágenes a través de las redes sociales, y sobre estas manifestó que bien podría tratarse de un plato de comida en cualquier lugar del mundo.

Este lunes, cuando Zona Cero denunció que el operador del Programa de Alimentación Estudaintil daba precarias raciones a estudiantes de una escuela pública en Plato, Magdalena, el funcionario, quien además es el supervisor del convenio con la Corporación beneficiaria (GERS), señaló que este no es un caso general, sino hechos fortuitos que es lógico que se den, pues en total se están atendiendo a 113 mil estudiantes en 700 instituciones educativas.

Aunque la gobernadora del Magdalena, Rosa Cotes, no se ha referido sobre las publicaciones de este medio, publicó en Twitter que ella trabaja de la mano de su secretario de Educación “por la protección de la infancia, la adolescencia y la educación en todo el departamento”.

Con @ANTONIOMATERA trabajamos por la protección de la infancia y la adolescencia y la educación en todo el dpto pic.twitter.com/U3sifwMYN1

— Rosa cotes (@cotes_rosa) April 4, 2016

La Gobernación del Magdalena tampoco se ha pronunciado sobre cuál fue el criterio para elegir a la Corporación para un convenio en el que le entregaron más de 14.500 millones de los recursos públicos a una corporación cuya representante legal se encuentra investigada por la Contraloría General de la República, precisamente, por un detrimento patrimonial superior a los 2 mil millones de pesos en el programa de alimentos a estudiantes en la Jagua de Ibirico.